viernes, 7 de diciembre de 2012

Cambio Económico y Político – Un mundo Mejor (parte 3) - Cómo salir de la olla que está por hervir

Cambiar la gran urbanización actual por ciudades del futuro
Con el segundo título de la presente nota quise emular la parábola del sapo o rana, en donde si lo meten en una olla de agua hirviendo automáticamente saltará para escapar, pero si lo meten en una olla de agua fría que se calienta, probablemente morirá por no darse cuenta de que la temperatura sube hasta hervir y matarlo.

Antes que nada, cada parte de un mundo mejor toma un aspecto particular, de los miles o millones que tiene la economía y la sociedad actual, si quieres saber el contexto de este escrito te pido que leas en este blog "¿Por qué estar satisfechos con este sistema económico?"; "Economía y espiritualidad - el surgimiento del compartir"; "El espejismo de la riqueza que nos dificulta mejorar" o; "Lo absurdo del dinero y la competencia". Sí al leerlo, tienes una idea de algún cambio sobre algún aspecto, por favor compartamosla, si quieres me escribes y la publico a tu nombre. Un nuevo sistema lo construimos entre todos y es tan grande el mundo que todos tenemos que colaborar y compartir. Mi email: martinpereira@yahoo.com.ar o martinpereira.arg@gmail.com; muchas gracias.
 
Luego de rever esta parábola, me pregunto si nos damos cuenta del bajo nivel en que la humanidad ha caído y continúa descendiendo; me pregunto si alguna vez saltaremos de esta olla prendida a fuego lento o si finalmente pereceremos como humanidad. El descenso se trata del hambre que sufren millones, de los procesos productivos y de quema de combustible fósil que contaminan día a día el planeta, del crecimiento de la pobreza, de la competencia en el mundo que lleva a bajar peldaños en modelos de protección social para poder seguir bajando costos y competir, del problema poblacional con sectores o poblaciones creciendo con un tasa de natalidad superior a 2,1 (tasa de reposición), o del problema que afronta el mundo respecto del espejismo invisible de creer que sin compartir la riqueza y hacerlo de verdad podrá mejorar.
Siguiendo con lo expresado en otros artículos, reveamos puntos de la transición hacia un sistema de compartir en Argentina. Muchas veces mencionamos el tema de la tierra y la necesidad de que haya propiedades colectivas en determinados espacios. Lo que no hemos mencionado aún es el tema de la concentración actual de la población en sectores.
La región conocida como Gran Buenos Aires tiene aproximadamente 3833 km2 y concentra aproximadamente el 34% de la población del país y pese a su heterogénea estructura sociopoblacional se estima que un 45% de la población se encuentra en niveles socioeconómicos bajos a muy bajos. Como otro dato, este fenómeno de concentración de la población no solamente es propio de Argentina, sino que ocurre en muchos países. Empero, sí a esto le sumamos que la tasa de natalidad de sectores socioeconómicos bajos se mantiene arriba de 3 hijos, mientras que la sectores medios y altos está cercana a 1, y adicionamos que la edad promedio de embarazo es bastante menor en los sectores bajos, tendremos un coctel no muy bueno para un desarrollo poblacional que, más allá de cualquier política económica o social de los gobiernos de turno, ha generado durante los últimos 40 años (que es cuando más aumentó la urbanización) que la pobreza se concentre cada vez físicamente en valores nominales en el GBA. Indirectamente, a través de los años surge la necesidad de contar con mayor porcentaje de ingresos públicos para destinar a mayores y necesarios gastos sociales, lo que genera en el largo plazo que los impuestos, tasas y contribuciones tengan un menor rendimiento y una mala percepción por parte de sus pagadores.
Entonces, dentro del sistema de compartir que siempre se pregona, habrá que tener en cuenta la transición de estos sectores extremadamente urbanizados y con bajos ingresos; y de esto trataremos de escribir en este artículo de hoy.
Una de las formas de realizar esta transición es pensando las ciudades del futuro. Hay 2 maneras de ver las ciudades del futuro según los especialistas en arquitectura urbana. De esas 2 maneras hay un parámetro común, que es que las megaciudades no deberían existir más; por un tema de transporte, por un tema de contaminación, por un tema de planificación de la ciudad, etc. Con esta premisa, y más teniendo en cuenta la amplitud geográfica de Argentina, podríamos pensar en ciudades que no tengan más de 100.000 habitantes, por ejemplo. Para referirme a las maneras que tratan los especialistas, algunos prefieren formar ciudades en altura, con grandes edificios que contengan todos los lujos para poder concentrar servicios en un solo lugar, estandarizar la construcción interior y permitir mejor tratamiento energético, cloacal y de la basura. Una segunda manera es generar mayores espacios en donde las personas construyan su vivienda y hacerlo bajo una planificación de los espacios, en donde las calles sean amplias, los lotes tengas similares superficies, en donde se planifique los espacios de recreación y en donde se planifique el transporte y la logística del lugar.
Bajo estas premisas, nos enfocaremos en la realidad actual de nuestro país y teniendo en cuenta la disponibilidad geográfica y la necesidad de contar con maquinarias actualmente de gran costo para optar por las ciudades en altura (ejemplo: tener puentes grúas para construir edificios), nos explayaremos en la opción de construcciones de viviendas unifamiliares.
El primer paso sería establecer los lugares objetivos donde la gente pueda optar para mudarse, principalmente apuntando a pueblos pequeños o casi abandonados, pero que tengan accesibilidad por ruta o ferrocarril. Asimismo, esto conllevará un gran trabajo sobre los pobladores del lugar, acerca de asumir la necesidad de recibir nuevos habitantes y la cultura que se va a introducir en un lugar con cierta “tranquilidad”. También conllevará la adecuación de estructuras administrativas municipales y de control policial para atender el mayor caudal de gente.
Hasta ahora, el que lea el presente artículo se preguntará, de qué vivirá toda la gente que se mude a esos lugares. La primera fuente de trabajo va a estar relacionada con lo que venimos mencionando en el blog repetidamente, que es el destino de tierras para agricultura, ganadería, hortalizas, frutas y verduras; de forma de que sean estos nuevos habitantes quienes se provean la comida. Antes de mudarse masivamente, se deberá poner en marcha un plan para facilitar agua, en principio haciendo estudios de suelo y siendo agua proveniente de la tierra, tirar las redes eléctricas que sean necesarias, también llevar teléfono a la zona y formas de que puedan tener televisión. Otro factor a tener en cuenta sería la instalación de un mercado para que puedan aprovisionarse desde un comienzo. Recordemos que dentro del marco que veníamos explicando, no es necesario el dinero para comprar, por lo que el mercado es simplemente para provisión de la gente.
Paulatinamente, habrá que organizar o reorganizar institucionalmente cada población que se forme o cada población que se integre a alguna pequeña ya existente.
Respecto a la vivienda inicial de esta gente, podemos efectuar modificaciones a contenedores (tomando los miles existentes en playas de contenedores de Buenos Aires o Rosario), 2 por familia como mínimo. Habría que dotarlos de aire acondicionado, efectuar colocaciones primarias de baños, agua y electricidad. Teniendo en cuenta que ya existen muchos proyectos para efectuar modificaciones sobre estos contenedores para transformarlos en casas, tomaremos uno o más proyectos para efectuar esta primera acción acerca de dónde vivirá la gente al comienzo.
Los segundos pasos serán efectuar los planes de explotación de la tierra y comenzar a construir viviendas. Para ello hay que asegurar los elementos primarios como ser generar una fábrica de ladrillos en el lugar y generar una cantera para extraer piedra. Asimismo, si es posible, una o varias de las poblaciones a establecer debería estar cerca del Río de La Plata o del Mar Argentino, para facilitar la extracción de arena y con esta enviarla al sistema de intercambio (tal como lo venimos proponiendo), como otro elemento de la construcción.
Podemos seguir, con terceros, cuartos o quintos pasos. Como ser la generación de electricidad a través de molinos de viento para proveer electricidad al poblado; lo que es algo más complejo, pero igualmente realizable. Como también pensar desde un inicio en qué hacer con la basura, con los mejores métodos de reciclaje y efectuando quema del resto para generar energía.
Quise aquí plantear una idea de desconcentración de la población, de generación de poblados nuevos que puedan ser planeados abordando la lógica de la autoproducción, de la autogestión y del planeamiento urbano y suburbano en bases ecológicas y sustentables. Esto es una idea, que propongo en el blog, y todo aquel que pueda aportar algo será bienvenido… Por eso se plantea como “Un mundo mejor”, ya que sólo entre todos podremos construirlo.