martes, 19 de marzo de 2013

EL MIEDO COMO PRINCIPAL AMENAZA ECONÓMICA DEL FUTURO

COMPENTENCIA O UNIDAD DE CRITERIO Y COOPERACIÓN EN LA EXPLOTACIÓN DE NEGOCIOS O SERVICIOS
Con este breve artículo quiero significar lo que pasa por la mente de muchos empresarios, muchos profesionales de administración y de economía, profesionales en leyes, y también infinidad de políticos.
La mente de la mayoría de las personas está enfocada en 2 temas principales que impide poner en funcionamiento la unidad de criterio y la cooperación.
El primero de ellos es cultural y pensando que no existe posibilidad de crecimiento en un país sin competencia, ya que la autoridad y la dirección que impone el capital, ayudado por el dinero que llega a las esferas directivas, gerenciales y operativas, es lo que genera la presión para lograr mejores resultados en búsqueda de lo llamado maximización del capital. Este esquema de pensamiento, también permite pensar que la administración privada por parte de accionistas o directorios que buscan la permanente utilidad a través de eficiencia en la administración, innovación productiva, eficiencia en la producción, lograr mejorar la participación de mercado, lograr penetrar con productos que no compitan con otros y todas las ideas del marketing (sólo lo menciono para simplificar, no porque sea bueno o malo), sean elementos que impiden a los hombres cooperar desde el punto de vista económico.
La verdad es que en el mundo entero, la competencia no existe como factor que pueda servir al mundo en el largo plazo, o sólo existe en pocos segmentos económicos, ya que en el mediano o largo plazo muchos sectores se han vuelto oligopólicos. Hoy prima en sectores, que sí podríamos llamar competitivos, la idea de que la producción de menor costo y el posicionamiento de marca/producto es lo mejor que puede sucederle al mundo. Un claro ejemplo es Nike (no pretendo criticar a la empresa, sino sólo mostrar el ejemplo) que tiene alrededor de 1200 fábricas en el mundo, pero estando las principales en Asia, por cuestión de que el costo laboral es menor. Este ejemplo es una representación de cómo actúa el capital, ya que por más bienestar que supongamos que Nike llevó a esos trabajadores asiáticos, la mayoría de estos siguen estando en estratos sociales bajos. A su vez, cuando Nike comenzó a cerrar fábricas en EE.UU. se transfirió una riqueza media de trabajadores de EE.UU. a trabajadores asiáticos de segmentos más bajos y con mayores jornadas laborales. Es con este tipo de concepto y con este tipo de estrategia que las multinacionales se conducen por el mundo. La situación en los países asiáticos no es la misma para todos, sepamos que hoy Japón y Corea han construido un distinto modo de producir y de vivir, pero que muchos economistas consideran que se han vueltos “caros”. Pero, pensemos en el sistema globalizado de hoy, ¿qué pasaría si los trabajadores tailandeses o vietnamitas pidieran ganar más, reducir sus jornadas laborales o tener acceso a gastos de cobertura de salud o para la ancianidad como son en Europa o en algunos países de América?...simplemente se volverían “caros” y poco a poco las fábricas comenzarían a migrar a otros países, quizás de América central, quizás de Africa, en donde la protección social del trabajador no existe. ¿Es esto lo que necesita el mundo? Como expuse varias veces, lo que se necesita como principio, sólo como principio, para cambiar el mundo es fijar una serie de reglas laborales y de producción para comenzar a equiparar condiciones.

Del otro lado, las expresiones colectivas de administración de empresas de producción o servicios en general impulsadas, hasta el momento, a través de estamentos estatales o estatizadas en algunos países, han mostrado magros resultados en algunos aspectos. Esto hasta el momento ha sido una limitante muy grande para implementar sistemas basados en lo colectivo.
En general el mal funcionamiento de empresas socializadas o estatizadas se ha producido por una serie de cuestiones, entre las que podemos citar, (i) la presión de los gremios o sindicatos integrantes de esas empresas comienzan a pujar contra el Estado Administrador, llevando a incrementar las plantas permanentes a niveles no adecuados para el sostenimiento eficiente del servicio o la producción que se debe prestar; (ii) la injerencia de la política nacional, provincial o municipal en el ámbito de la prestación del servicio, generando o haciendo incorporar mayor plantilla de empleados que la que se necesita, perdiendo de vista el servicio y utilizándolo para otros menesteres; (iii) la cultura que lo que es de todos, no es de nadie, significando con esto, que a veces la eficiencia es dejada de lado por el hecho de no poder encontrar en los empleados una identificación con la eficacia que muchas veces logra el privado a través de la presión por lograr ganancias. En definitiva, cuando el trato de una empresa estatal que compite en un ámbito privado, no se adecúa al servicio privado, más allá de las visiones políticas al respecto, se tiende a ver a tal o cual compañía como un ejemplo incorrecto para la sociedad. El tema es ejemplo que esto produce hacia la visión más cooperativa de una sociedad, que terminan siendo negativo en aquellos que tienen un espejismo o preconceptos hacia el sistema basado en compartir.
La otra arista que quería mencionar referida a los impedimentos para implementar un sistema basado en compartir los recursos es “el miedo”. Sí, el miedo de las clases pudientes y de aquellos con ingresos medios altos, y también de muchos de aquellos que desde abajo y con base al trabajo, al estudio y al esfuerzo se han forjado una oportunidad de estar mejor económicamente. Pero cuando hablo de miedo y pensando en un sistema basado en compartir los recursos, me refiero al pensamiento de estas personas acerca de que un sistema basado en compartir les generará pérdidas a ellos. Con esta vara, en el fondo por temor, se toman gran parte de las decisiones de negocios y es así como continuamos el camino para no compartir. Es esta no cualidad del ser humano lleno de miedos que impide compartir. Sí, algunas cosas (propiedades, derechos o prerrogativas) tendrían que ser cedidas o al menos la riqueza que estas generen, pero lo que no significa que perderán estatus o poder o tendrán privaciones; sino que lo que fundamentalmente tiene que cambiar es el foco de las decisiones. También los que menos tienen tendrán que hacer su sacrificio, principalmente tratando mantener un orden que permita a la sociedad progresar.
Para aquello que logren ver lo que hay más allá de este mensaje, les dejo parte de un artículo y un link si quieren saber más http://www.share-es.org/sharema.htm
“Cuando un hombre comparte crece. Hasta ahora se ha prestado poca atención a esta simple verdad. Para muchos, el compartir les resulta natural, como algo normal. Para otros, sin embargo, el concepto es ajeno y cargado de sospecha y dolor. Para estas personas, lo que es suyo es suyo, casi por derecho divino, mientras que el compartir es extraño y absurdo. ¿Cómo puede entonces el mundo caminar en la dirección de compartir y la redistribución, requisitos previos para la paz mundial?
Dondequiera que miren los hombres hoy en día, ven los resultados de su incapacidad para compartir. En todo el planeta, millones mueren de hambre. Otros tantos incontables sobreviven en la miseria y desesperanzadora pobreza, condenados a sufrir desde el nacimiento hasta la muerte prematura.
El cambio llegará cuando los hombres comprendan las razones de su presencia sobre la Tierra; cuando se den cuenta de que son parte de un vasto experimento evolutivo cuyo propósito está oculto, a todos menos a unos pocos. Cuando se reconozcan a sí mismos como almas, partes de la Unica Superalma, y lleguen a comprender la identidad de cada uno con los demás; cuando los hombres comprendan que el compartir es el orden natural, que el egoísmo y la codicia son desviaciones de la norma, cuando se considere al compartir como una oportunidad de crecer, entonces los hombres acogerán el compartir como el fin de sus penas y su separación.
Muchos están todavía temerosos, pero con cada hora brilla con más fuerza la luz del Nuevo Tiempo. Muchos esperan el amanecer de una Nueva Era con esperanza y anticipación, conscientes de la oportunidad de servir y crecer. Saben que no están solos sino rodeados por otros que comparten su visión y asimismo anhelan la fraternidad y la paz.
Sólo a través del compartir se realizará esa visión. Sólo a través del compartir se ganará esa paz. Este es el mensaje para el momento actual: compartid y convertios en el reflejo de la divinidad. Compartid e inaugurad la era de paz y amor”.